Cuando le comenté a una colega que iba a
escribir sobre esto su comentario fue “Re Billiken el tema” y entonces pensé
para mis adentros “¡Pasar de escribir sobre la vida de Isabel I a escribir
sobre las 7 Maravillas del Mundo! Sí, re Billiken…” Pero ¿quién no zafó en la
primaria recortando la imagen de Sarmiento para pegar en el cuaderno y copiando
toda la información para escribir una redacción sobre el Día del Maestro?
De todas maneras me gustaría explicarles
el por qué de la elección de este tema. Tengo algunos recuerdos muy lindos de
cuando era chica de mis primeros acercamientos con la historia, por ejemplo la
primera Muy interesante que me compré
contaba la historia del descubrimiento de la Tumba de Tutankamon y me encantó,
tengo también la imagen de mi abuelo contándome y actuando la historia del
Imperio Romano o por ejemplo recuerdo leer una National Geographic que me encontré en algún lugar con la historia
de la Muralla China. Sin embargo, el primer recuerdo que tengo es el de una
enciclopedia que se ve que mis padres me habían comprado cuando yo era todavía
bebé, de varios tomos, en italiano y uno de ellos era sobre historia. El segundo
capítulo del libro se llamaba “Le 7 meraviglie del mondo” y no me pregunten por
qué, pero yo sentía fascinación por esas imágenes, por las historias, me pasaba
horas leyendo e imaginando esos monumentos en esos lugares remotos. Creo que
ahí nació mi amor por la historia y por
eso no puedo dejar de dedicarle unos párrafos.
El tema puede ser muy “Billiken” pero yo se los cuento igual
y para hacerle honor a tan útil y rememorada revista, ¡prometo imágenes y
muchas!
En el Siglo II a.C. el poeta griego Antípatro
de Sidón escribió sobre algunos monumentos de la época que debían ser visitados
y reconocidos como ejemplos de belleza y como producto del genio del hombre: “He posado mis ojos sobre la muralla
de la dulce Babilonia, que es una calzada para carruajes, y la estatua
de Zeus de los alfeos, y los jardines colgantes, y el Coloso del
Sol, y la enorme obra de las altas Pirámides, y la vasta tumba de Mausoleo;
pero cuando vi la casa de Artemisa, allí encaramada en las nubes, esos
otros mármoles perdieron su brillo, y dije: aparte que desde el Olimpo, el Sol
nunca pareció jamás tan grande”. (Antología
Griega (IX.58). Así nacieron las
7 MARAVILLAS DEL MUNDO, un conjunto de monumentos tan impresionantes e
imponentes que ningún ojo humano debía morir sin conocer y cuya historia fue
pasando de generación en generación y llegó a nuestros días entre el mito y la
realidad.

El Faro de Alejandría sobrevivió a la
antigüedad pero sufrió importantes daños producto de dos terremotos en los años
1303 y 1323 que lo dejaron casi en ruinas. En el siglo V los bloques que habían
sobrevivido se reutilizaron para la construcción de un fuerte y así el faro desapareció
por completo.
La
Gran Pirámide de Giza es la más antigua de las 7 Maravillas y la única que
llegó a nuestros días. Ya en la Grecia antigua la Pirámide era foco de
admiración por lo complejo de su construcción, por ser un monumento funerario y
porque ya en ese entonces, la cultura egipcia, que contaba con más de dos mil
años de historia, despertaba fascinación entre los modernos de la época.

Los Jardines colgantes de Babilonia datan del siglo VI a.C. Las fuentes babilónicas de la época
no hacen mención alguna de dichos jardines y a pesar de que el geógrafo griego
Estrabón realizó una descripción bastante detallada de ellos “… consta de
terrazas abovedadas […] pilares cúbicos […] árboles de gran tamaño […]” los
hallazgos arqueológicos no han podido probar la real existencia de los mismos,
su existencia se considera “probable”. Esta es una de las maravillas que pulula
entre la historia y el mito.
Ya de regreso a mi tierras el viaje se habría tornado más
ameno ya que las próximas tres paradas estarían muy cerquita entre sí en las
costas orientales del Mar Egeo. Primero habría navegado hasta la isla de Rodas
para ser recibido en la entrada del puerto por el enorme coloso de bronce de 30 metros de altura con
una pierna apoyada en cada parte del muelle. Habría pasado por debajo con la
barcaza y seguramente me habría sentido diminuto ante tamaña reconstrucción del
dios Helio, protector de la ciudad.
El
Coloso de Rodas fue construido en 292
a .C. por el arquitecto Cares de Lindos que aparentemente
al pasar el presupuesto se equivocó al calcular la cantidad de materiales que
necesitaría y terminó en la ruina y finalmente se suicidó. La leyenda dice que
el coloso tenía una pierna en cada orilla del muelle y que las embarcaciones
pasaban por debajo pero estudios actuales consideran que de ser así se habría
hundido por su propio peso. Se tiene una vaga idea de su apariencia real por
representaciones de monedas de la época. Otras teorías afirman que el coloso se
encontraba dentro de la ciudad. Sólo 66 años después de su construcción el
coloso fue derribado por un terremoto y fue dejado allí tendido hasta que se
utilizó el bronce de la carcasa para otro fin.

Aparentemente
Mausolo es solamente conocido por la construcción de su Mausoleo en Halicarnaso, que se terminó
en 350 a .C.
Después de haber sobrevivido a las invasiones y saqueos, entre ellos de
Alejandro Magno, fue destruido por un terremoto en 1404. En el subsuelo se
encontraron las tumbas de los reyes pero que lamentablemente habían sido
saqueadas. Algunas partes que se salvaron se pueden ver hoy en el Museo
Británico de Londres.

El
Templo de Artemisa fue destruido también por motivos naturales, en este caso
por un incendio en 356 a .C.
Hoy en día se conoce con bastante certeza su imagen real por las descripciones
detalladas del autor latino Plinio el Viejo.
Finalmente regresaría a Atenas porque como todo griego que se
preciara de tal seguramente ya habría realizado en algún momento la peregrinación
hacia la ciudad de Olimpia, muy probablemente para los Juegos, para adorar al
rey del panteón, Zeus. Imposible olvidar la enorme estatua de marfil de doce
metros de altura con detalles en oro macizo, sentado cómodamente en su trono
con una Niké (la diosa de la victoria) en una mano y su cetro en la otra.
Al
igual que con el Coloso de Rodas, sólo se conoce la imagen de la Estatua de Zeus a través de
monedas de la época y de una descripción escrita por Pausanias. Aparentemente
todo el monumento era una real obra de arte de mármol, oro, ébano y piedras
preciosas. En Olimpia se llevaban a cabo los Juegos Olímpicos (de donde
provienen los JJOO modernos) cada cuatro años que eran, más que un encuentro
deportivo, uno de los eventos religiosos más importantes del mundo griego
antiguo, y era nada más y nada menos que la adoración de Zeus. La estatua fue
destruida dentro del marco de la
eliminación de los cultos paganos luego de que el Imperio Romano se convirtiera
definitivamente al cristianismo.
Siéntanse libres de cortar y pegar lo que necesiten en caso
de que algún hijo/ sobrino/nieto tenga que hacer una redacción para el
colegio, estas fueron Las 7 Maravillas del Mundo en “Modalidad Billiken”.
Bibliografía
Bravo Gonzalo, Historia del mundo antiguo. Una introducción, Madrid, Alianza Editorial, 1998
James Peter y Nick Thorpe, Il libro degli antichi misteri. uno straordinario viaggio negli enigmi della storia dell'umanità, Milan, Gruppo Editoriale Armenia, 2000
Imágenes extraídas de:
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